Artículo publicado, con Inmaculada Ramos Tapia, en el ANUARIO JOLY ANDALUCÍA 2019 , junio de 2019, págs. 55-56 . "Hard cases make bad law" es una frase tradicional del lenguaje jurídico nor-teamericano, que el juez Oliver Holmes popularizó a principios del siglo XX, cuyo significado más profundo es que los casos de gran repercusión mediática pueden afectar a la imparcialidad de los jueces. Y no cabe duda de que el proceso de los doce líderes políticos y sociales independentistas catalanes acusados por rebelión, sedición y malversación es uno de esos casos difíciles en los que no es fácil lograr la neutralidad interpretativa. Como muestra, pueden servir las opiniones que muchos especialistas han vertido sobre él en la prensa, tanto en manifiestos como en artículos, en los que hay una coincidencia casi absoluta entre sus preferencias políticas y sus opiniones jurídicas (para los unionistas hay motivos de condena, para los independentistas procede la absolución). Por eso...
Ideas y divagaciones de Agustín Ruiz Robledo.