Los periodistas Alberto Pinteño y Paloma Simón has publicado en Vanity Fair un más que interesante y ponderado artículo sobre los dos años de reinado de Felipe y Letizia, para el que han entrevistado a mucha gente, entre ellos, a mí mismo. Así que copio aquí el párrafo en que recogen mi opinión, aunque con la pequeña errata de cambiarme el primer apellido:
La Mujer de Negro
El rey tenía claro que debía lograr que los ciudadanos volvieran a confiar en la Institución. Transparencia, rectitud y honestidad fueron palabras que repitió en su discurso de proclamación. Desde el 28 de febrero de 2015 hay una inquilina nueva en el palacio de la Zarzuela: Beatriz Rodríguez Alcobendas, “la mujer de negro”. Así la apodan en la Casa del Rey, haciendo alusión a su labor: revisar las cuentas, hasta el último ticket de taxi. La funcionaria, que sustituyó al anterior interventor, Óscar Moreno, cuando este iba a cumplir 80 años, ha examinado las finanzas de la Casa en nombre de la Intervención General del Estado. El resultado del ejercicio 2015 se hará público estos días. Felipe VI también ha prescindido del conde de Fontao como asesor jurídico y ha establecido que la Abogacía del Estado se ocupe de los eventuales asuntos legales de la Casa.
Además, el pasado marzo Zarzuela hizo pública por primera vez la lista de regalos institucionales que recibió la Familia Real en 2015: 326 objetos que van desde un rifle de metal labrado y una silla de montar, obsequio de los reyes de Jordania, a cuatro delantales entregados por Cáritas. “En la Monarquía no había tradición de transparencia. Estos años han avanzado enormemente en ese sentido. Aún así, están sometidos a un plebiscito cotidiano. Y si bien no se percibe una petición exagerada a favor de la república, estos movimientos pueden ser rápidos”, advierte el catedrático Díaz Robledo. “Si mañana aparece el rey en los papeles de Panamá, va fuera”.
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