Carta en el IDEAL de los vecinos de José Miguel Castillo Higueras

 Los vecinos de nuestra calle, dirigidos por las dos maravillosas abuelitas Charo y Fefa, hemos mandado esta carta al Ideal, que la publica el 3 de febrero de 2022

        EN RECUERDO DE CASTILLO HIGUERAS  

   

Cuando se cumple una semana de la trágica muerte de José Miguel Castillo Higueras, los vecinos de su calle San Diego estamos empezando a darnos cuenta del gran vacío que ha dejado en todos nosotros.  José Miguel era un jubilado feliz que siempre tenía tiempo y una palabra amable para todos nosotros. Por la mañana cuando nos lo encontrábamos por la calle siempre nos decía el santoral del día.  Y de forma verdaderamente exhaustiva: hoy sábado -dijo su último sábado- la Iglesia celebra a San Anastasio, soldado persa que se convirtió al cristianismo en el siglo VII y guardó las reliquias de la santa cruz. No hubo tiempo para que nos dijera el santo del domingo.

           A la hora del vermú, normalmente acompañado de nuestro apreciado Manolo, el tema de conversación ya no era la Iglesia, sino alguna noticia relevante o cualquier cosa que le hubiera llamado la atención por el barrio (una obra, una pintada, un negocio nuevo). Siempre agudo, inteligente e irónico, era una delicia oírle comentar estas novedades. Y como era buen observador, a cada uno de nosotros nos iba poniendo apodos exageradamente atinados: la tita Charo, la tita Fefa, monseñor Genaro, doña Concha, Luis Parrot,  Inma Vicemagnífica, Herr Merkel...

 

           Por la tarde estaba más dispuesto a contar sus aventuras con Madonna, Andy Warhol, Umberto Eco, Camilo José Cela, Santiago Carrillo (su favorita: “señorito camarada”), etc. Era peligroso (si uno iba justo de tiempo) dejar que la conversación girara hacia su época de concejal en la década de 1980, con su adorado Antonio Jara de alcalde, y la recuperación de las celebraciones municipales como la Toma, San Cecilio y la Tarasca (momento en el que nunca olvidaba contar que le compró unas braguitas en un sex-shop de la calle Elvira). Polifacético como el solo, nos enumeraba sus múltiples profesiones (arquitecto, concejal, profesor de la Escuela de Arte). Con un poco de suerte y a media voz, confesaba su pasión: DJ Castillo.

 

           Ni que decir tiene que siempre estaba atento a los pequeños intercambios entre vecinos que hacen la vida amable: tanto para alabar la tortilla de tita Charo como para aparecer en casa de un vecino cargado de folletos de Nueva York -"de mi pueblo"- porque se había enterado de que un joven estudiante iba a visitar la sede de la ONU.

           Un hombre entrañable, un vecino inolvidable. Lo echaremos mucho de menos.

 

Rosario y Josefa Morales

Concepción Castilla Megías

Toni Orduña Blay

Jenaro Pérez

Inmaculada Ramos Tapia

José Ramón Ruiz García

Juan Ruiz Ramos

Agustín Ruiz Robledo

Carmen Soler

Luis Soto Morales