Ir al contenido principal

¿ESTÁ LA INDIA A PUNTO DE CONVERTIRSE EN UNA "DICTADURA HITLERIANA"?

Artículo publicado en EL ESPAÑOL, el 15 de agosto de 2022, en el 75 aniversario de la independencia de la india

 

Agustín Ruiz Robledo

Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Granada y Profesor Visitante en la Jindal Global Law School

           

Al inicio de la media noche del 15 de agosto de 1947, hoy hace tres cuartos de siglo, comenzó formalmente la independencia de la India. Se solemnizó a la mañana siguiente cuando el primer ministro, Jawaharlal Nehru, izó la bandera tricolor india, un acto que se celebra ininterrumpidamente desde entonces. Al dejar atrás dos siglos de dominación británica, Mahatma Gandhi y los suyos pretendían construir un estado democrático en el que pudieran desarrollarse juntos hindúes, musulmanes, sijs, cristianos y todas las demás confesiones religiosas que convivían en el subcontinente. No nació con buen pie porque ese mismo día se consumó la partición del British Raj en dos Estados, la India y Paquistán. Y no precisamente de una manera amistosa, como demuestra que, primero, 14 millones de personas tuvieron que cambiar de residencia (la mayor inmigración en masa de la Historia) y que, después, estallara entre ellos una guerra por el control de Cachemira, que tendría tres réplicas más a lo largo del siglo XX. Por no hablar de las masacres incontroladas entre hindúes y musulmanes, incluido el asesinato de Gandhi a principios de 1948.

 

           Los años siguientes tampoco fueron especialmente tranquilos, con la incorporación por la fuerza del sultanato de Hyderabad; el permanente conflicto entre los sijs y en gobierno central en Punjab, con episodios tan violentos como la toma del Templo Dorado por el Ejército y el asesinato de Indira Gandhi; la derrota en la guerra fronteriza con China; los mínimos avances en el desarrollo social y económico del país que conseguía la política planificadora del Partido del Congreso, con la familia Nehru-Gandhi al frente, etc. En la década de 1980, los sueños de la independencia estaban lejos de cumplirse y cundía en la sociedad india la sensación de proyecto incompleto, sino fallido. Salman Rushdie logró expresar toda la distancia entre el ideal y la realidad en su fascinante Hijos de la Medianoche, que concluye con las tristes palabras de Saleem Sinai, nacido en el primer minuto de la independencia y personificación de todo el país: “es privilegio y maldición de los hijos de la medianoche ser a la vez dueños y víctimas de su tiempo”.

 

           Sin embargo, pasados otros treinta y tantos años; cuando Narendra Modi, el primer ministro desde 2014, ice hoy la bandera por 76ª vez en el Red Fort de Delhi  y desde allí se dirija a la nación en un discurso televisado, podrá desgranar un buen número de logros colectivos de los más de 1.400 millones de indios repartidos en sus 28 estados federados. Así, de ser un país extremadamente pobre y atrasado en tiempos del Raj, en la actualidad es una potencia económica mundial de las de más rápido crecimiento, con una pujante clase media, un descenso continuo de la pobreza, no más del 13% de la población, y un analfabetismo que pronto será residual, solo el 12% en 2021; todo lo cual le lleva a un índice de desarrollo humano de 0,645, en la cabeza de los países de desarrollo medio. Un éxito que en mi opinión se debe en gran medida al liberalismo económico que logró introducir en los años 90 el gran economista Manmohan Singh, primero como ministro de Hacienda y luego como jefe del Gobierno del Partido del Congreso; política continuada por sus sucesores a pesar de pertenecer a su archiadversario Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular Indio).

 

           Desde el punto de vista de la organización estatal, es digno de resaltar que la India ha mantenido en todos estos años el sistema democrático con el que empezó su andadura como Estado independiente, algo que prácticamente ningún otro gran Estado surgido de la descolonización ha logrado. Más todavía, y salvo inadvertencia por mi parte, me parece que no hay ninguna otra Constitución en el Mundo que se defina como “socialista” y sea al mismo tiempo soporte de una democracia. Ni siquiera pueden comparársele Paquistán y Bangladés, que comparten un pasado común, trufadas sus vidas democráticas de golpes de Estado. La razón no puede ser únicamente que sus élites políticas y sociales han sabido mantener el legado de respeto por el rule of law que le dejó el Imperio Británico, porque entonces un buen número de estados africanos y asiáticos llevarían décadas de gobiernos democráticos ininterrumpidos.  Amartya Sen, premio Nobel de Economía,  ha argumentado con razones convincentes que la causa reside en un pasado de tolerancia religiosa y de pluralismo cultural que se remonta, sin dificultad, hasta los tiempos del emperador Ashoka, dos siglos antes de Cristo.

 

           Precisamente, si en estos momentos la democracia india afronta algún riesgo importante no es otro que el crecimiento de una corriente intolerante del hinduismo, Hindutva,  que quiere que la India deje de ser un estado laico y se declare hinduista, lo que convertiría a más de 200 millones de musulmanes en ciudadanos de segunda. Narendra Modi y su BJP no están lejos de esta ideología, así como de ciertas tendencias populistas autoritarias que han hecho que el Instituto Varieties of Democracy de la Universidad de Gotemburgo en su informe de 2021 calificara a la India como una “autocracia electoral”, definición que se queda muy corta con la que este mismo mes ha hecho un líder indio opositor,  Uddhav Thackeray: con el gobierno del BJP la India se desliza hacia “una dictadura hitleriana”. Sus palabras suenan un tanto exageradas cuando el partido de ese mismo político, el Shiv Sena, gobierna un estado tan importante como Maharastra (donde se encuentra Bombay, la capital económica de la India y viven más de 110.000 millones de personas).  Pero sí es verdad que los demócratas indios -incluidos los miembros del BJP- deben luchar por evitar que su democracia se degrade. Sin duda, le ayudará esa cultura pluralista milenaria a la que se refería Sen y que fue la razón por la que, lejos de elegir un canto guerrero,  la Asamblea constituyente eligió en 1950 como himno nacional un poema de Rabindranath Tagore que alaba la unidad en la diversidad de la Madre India, donde multitud de lenguas y religiones “rezan por tus bendiciones y cantan tus alabanzas”.

 

Comentarios

Entradas más leídas

LA INQUINA DE UN JUEZ

Artículo publicado en el Diario de Cádiz y los otros ocho periódicos del Grupo Joly, domingo, 7 de septiembre de 2008. VERSIÓN COMPLETA, la abreviada puede consultarse en: Granada Hoy El gran Jeremías Bentham teorizó en el siglo XIX sobre las dos perspectivas que puede adoptar el jurista en relación con la ley, la del expositor que cuenta lo que la ley dice y la del censor que señala sus fallos y propone su reforma. Desde que aprendemos en primero de carrera esta elemental diferencia, casi todos los juristas en activo adoptamos siempre que podemos la muy elegante segunda perspectiva, criticando con pasión los muchos y muy deficientes errores de nuestras leyes. Así, el Código Penal “de la democracia” ha sido tan vapuleado por la doctrina que he tenido ocasión de asistir a una brillante conferencia de uno de sus propios padres intelectuales cuyo tema central no era otro que... criticar el nuevo Código. Por eso, no es extraño que desde su aprobación en 1995 el Código Penal lleve ya v...

FARMACIAS INTOCABLES

Artículo publicado en EL OBSERVATORIO de los nueve periódicos del Grupo Joly el domingo 5 de abril de 2009. Por fin llega una semana con buenas noticias económicas: el G-20 ha logrado un acuerdo espectacular para luchar contra la recesión mundial con 745.000 millones de euros; el Gobierno español interviene la Caja de Castilla la Mancha y, con un simple aval de 9.000 millones de euros, su millón de impositores podrán estar tranquilos pues saben que tocan a 9.000 euros por cabeza; el paro únicamente ha crecido en 123.543 personas, el menor incremento en los últimos seis meses, según el Ministerio de Trabajo, que no es cosa de hacer la comparación de forma anual y concluir justo lo contrario. Por todo ello, no es extraño que haya pasado casi inadvertido el proyecto de ley sobre el libre acceso a actividades de servicios y su ejercicio. Este audaz proyecto del Gobierno, en cumplimiento de la Directiva de servicios de la Unión Europea, supone la modificación de 46 leyes estatales y se...

LOS DERECHOS ADQUIRIDOS DE LOS FUNCIONARIOS

Artículo publicado en El Diario de Cádiz y los otros ocho periódicos del Grupo Joly el 18 de agosto de 2010.     Entre tanta noticia jurídica de primera magnitud apenas ha tenido cabida en los medios de comunicación que la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso interpuesto por Comisiones Obreras contra el recorte salarial de los empleados públicos, que la central sindical considera una “confiscación” prohibida por la Constitución. Es más, en la vorágine informativa no pocos periódicos que han dado la noticia la han contado de tal forma que parecía que lo recurrido era el Decreto-ley  8/2010, cuando en realidad era la Resolución de 25 de mayo de 2010, de la Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos, por la que se dictan instrucciones en relación con las nóminas del personal funcionario de la Administración General del Estado. En el fondo, no están faltos de razón: cómo la Resolución se basa en el Decreto-ley, los argumentos contra la Resolución s...