Mi hijo Juan me ha propuesto escribir un artículo en el que expliquemos cómo vemos nosotros las elecciones andaluzas del próximo domingo y nos ha salido este artículo pidiendo el voto para Ciudadanos. Su ilusión y alegría de ver que nos lo publicaban ha sido para mi un gran regalo del Día de Padre. Espero que el futuro el comportamiento de Ciudadanos no nos defraude.
Artículo publicado en El Diario de Cádiz y los otros ocho periódicos del Grupo Joly el 19 de marzo de de 2015.
EL mundo está cambiando a velocidad de vértigo, sin que las viejas
recetas políticas sepan darle una respuesta adecuada. Vivimos unos
tiempos en los que la incertidumbre es una realidad y sólo la confianza
en nosotros mismos puede iluminar nuestro futuro. A nivel global, los
estados y los ciudadanos nos enfrentamos a desafíos de primer orden:
algunos aparentemente remotos como el Estado Islámico, y otros tan
trascendentes para nuestra vida cotidiana como el Tratado de libre
comercio Unión Europea-EEUU, sobre el que los candidatos del PSOE y del
PP no supieron decir una palabra en su reciente debate en Canal Sur. A
esos retos globales en España se le añaden un grupo de problemas
económicos, sociales y políticos que los partidos tradicionales, lejos
de solucionar, han agravado con sus ciegas políticas oportunistas.
Problemas que se multiplican en Andalucía, como nuestra disparatada tasa
de desempleo, que incluso sigue creciendo cuando en España disminuye.
Si bien es cierto que no podemos esperar que los poderes
públicos solucionen todos nuestros problemas, al menos tenemos que
pedirles que realicen políticas lo más eficaces posibles para
combatirlos y que no desconozcan que todo lo que se hace con el dinero
público se hace con nuestro dinero; dinero que no se cría en los
árboles, sino que sale de nuestro esfuerzo y sacrificio, por lo que
debemos exigir que se utilice para solucionar los problemas sociales de
la forma más eficaz posible y sin que se pierda nada en el camino. ¿En
quién confiar? ¿En aquellos que llevan años malgastando los fondos
públicos en un Estado ineficaz con sarpullidos impresionantes de
corrupción? ¿O en aquellos que pretenden inflar ese Estado aún más y que
aseguran tener una varita mágica para solucionar todos nuestros
problemas a base de más gastos y más impuestos?
Ni una cosa ni la otra. Necesitamos un Gobierno andaluz que se
preocupe por el bien común, pero no desde la demagogia de las propuestas
inalcanzables, sino desde la sensatez de quien es consciente de que la
primera regla de todo gobierno es no estorbar la labor de los
ciudadanos, que somos los que realmente hacemos progresar a un país. Un
Gobierno que en lugar de usar nuestro dinero para colocar a sus amigos,
lo utilice para incentivar el emprendimiento, la innovación y la
actividad de la sociedad civil. Un Gobierno que se concentre en la
educación y la sanidad, las dos herramientas esenciales de un Estado
social que se precie. Un Gobierno que sea capaz de gestionar los muchos
recursos que la Unión Europea proporciona a la Junta de Andalucía, sin
dilapidarlos en cursos fantasmas o devolviéndolos a la Unión.
Desde nuestro punto de vista de ciudadanos no adscritos a ningún
partido, padre e hijo, hoy Ciudadanos es el partido que más se acerca a
esta concepción porque tiene un ramillete de propuestas que nos
permitirán dar lo mejor de nosotros mismos sin soportar una excesiva
carga sobre nuestra espaldas, tales como la fusión de administraciones y
la eliminación de órganos superfluos, la reducción de impuestos a los
autónomos o los cheques de formación a parados para que cada uno elija
el centro que más se adapte a sus necesidades. Por otro lado, Ciudadanos
defiende medidas para ayudar a los más vulnerables, como reducir la
precariedad laboral, eliminando los contratos temporales para
sustituirlos por un contrato único con indemnización por despido
creciente según la antigüedad. Sin olvidar medidas para luchar
eficazmente contra el cáncer de la corrupción, empezando por ellos
mismos: cualquier afiliado que sea imputado por corrupción está obligado
a retirarse del partido.
Ciudadanos ha nacido en Cataluña, no por casualidad sino para
luchar contra el sectarismo imperante en esa tierra y desde allí ha
logrado crear un proyecto ilusionante para toda España -lo que debía ser
motivo de admiración y no de zafios ataques- que sentimos especialmente
adecuado para Andalucía. Su proyecto supone un pacto entre
generaciones, entre mujeres y hombres, entre empresarios y trabajadores.
En definitiva, un pacto social para llevar a cabo la regeneración
política que las gastadas fuerzas actuales no pueden realizar. Por todos
estos motivos consideramos que Ciudadanos es el proyecto que más puede
beneficiar a Andalucía, y pedimos públicamente el voto para el cambio
sensato que pretenden y que los andaluces tanto necesitamos.
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