La periodista Natalia Barnés me pregunta en El mirador de Andalucía de hoy, 16 de enero, si Muface es un privilegio de los funcionarios y yo me disparo con el tema: una cosa es un privilegio odioso (que alguien no pague impuestos) y otra, un privilegio favorable, como que los funcionarios podamos elegir entre sanidad pública y privada, sin por ello costarle más dinero a nuestro pagador, el Estado, del que dedica a mantener la sanidad pública. La solución para acabar con los privilegioos odiosos es suprimirlos; para los favorables, extenderlos a todo el mundo, como ya argumenté en mi reciente artículo en El Español.
Comentarios