En Irlanda se celebran elecciones el próximo 27 de octubre para elegir al presidente de la República un puesto honorífico y representivo que goza de una gran capacidad de influencia social y política, autoritas que decían los clásicos, que en los últimos veinte años ha aumentado gracias al buen hacer de las dos presidentas, Mary Robinson y Mary McAleese. Pues bien, lo que como español felizmente instalado en Dublín, me llama la atención de estas elecciones, en las que se presentan nada menos que siete candidatos, es el gran número de debates programados entre los aspirantes, cuatro en la televisión y otros tantos en la radio, si llevo bien las cuentas.
¿Y como se hace un debate entre siete? Eso debe ser una jaula de grillos, pensé cuando me senté el 12 de octubre delante de la tele a ver el segundo debate. Pues todo lo contrario: fue una hora muy interesante. Aunque si he de ser sincero, debate-debate, discusión entre los candidato no hubo más de diez minutos. Sin embargo, los espectadores se pudieron hacer una muy buena idea sobre a quien darle su voto. Y el éxito se debe a la moderadora, la periodista Miriam O’Callaghan, que empezó con una pregunta un tanto retórica (¿cuál cree usted que es la función más importante del Presidente?). Y tras ella, empezó una ronda de preguntas incómodas a cada uno de los candidatos, casi todos con puntos discutibles en su pasado, incluso alguno con cadáveres en el armario, muy especialmente el candidato que hasta ese momento me parecía el más atractivo, el independiente y activista gay Davis Norris, que no pudo justificar -más allá de decir que era legal- por qué cobró una pensión de invalidez mientras era senador. También parece hundirse quien comenzó la campaña con más aceptación popular, Gay Mitchell del Fiana Gael (el partido mayoritario), pero que lo único que sabe decir es que tiene mucha experiencia política. Y se desinfla Martin McGuinness, que se enredó explicando su papel en el IRA (y encima ha terminado de echarse tierra encima presentando una queja alegando un injusto trato en el programa). Las dos mujeres no parecen tener opciones, una porque es una furibunda anti europeista (Dana Scallon, ganadora de Eurovisión y antigua diputada al Parlamento Europeo) y la otra porque no tiene un atómo de simpatía y si transmite cierto aire de superioridad que la hace antipática (Mary Davis).
En fin, he aquí mi pronóstico: la presidencia se decidirá entre el socialista Michael D. Higgiens, un poeta de setenta años que recuerda inevitablemente a Sandro Pertini y el independiente Seán Gallagher, un empresario de éxito. Aunque Michael D va primero en las encuestas si yo tuviera que apostar lo haría por Gallagher: Irlanda es un país con mucho jóvenes que se identifican más fácilmente con un empresario de 49 años. Si el próximo debate no nos presenta otra novedades, claro.
Evito las odiosas comparaciones con España. Y dejo para otro día hablar de los dos referendums de reforma constitucional que también se votarán el 27-O.
El debate íntegro:
http://www.rte.ie/news/av/2011/1012/primetime.html#
Un pequeño resumen
http://www.irishtimes.com/newspaper/breaking/2011/1013/breaking3.html?via=mr
Más información sobre las elecciones:
http://en.wikipedia.org/wiki/Irish_presidential_election,_2011
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