El periodista de El Español Cristian Campos me llamó ayer para interesarse por mis declaraciones en RNE sobre la ronda de consulta del Rey y hablando hablando.... le ha salido este artículo
Cristian Campos
"Vámonos al absurdo", pide retóricamente Agustín Ruiz Robledo, catedrático de Derecho Constitucional. "¿Y si ningún partido se presenta a la reunión con el Rey? ¿Cómo cumple entonces el Rey su obligación constitucional? 'No, es que yo soy republicano y no voy a ver al Rey'. No, mire, usted es republicano y nadie se lo impide, pero debe reunirse con el jefe del Estado. Imaginémoslo al revés. Un partido monárquico que no colabore con las instituciones y no cumpla sus obligaciones legales con el jefe del Estado en una república constitucional".
De esta forma defiende Ruiz Robledo la "obligación constitucional" que en su opinión tienen los representantes de los grupos parlamentarios de reunirse con Felipe VI. La realidad es que, a día de hoy, y sin que haya acabado siquiera la ronda de consultas con el Rey, parece ya claro que éste deberá proponer candidato a presidente del Gobierno sin conocer la postura de cuatro partidos con representación en el Congreso de los Diputados y que se han negado a reunirse con él: ERC, Bildu, la CUP y BNG. Veintiún escaños en total de los cuales trece, los de ERC, son decisivos para la investidura del próximo presidente del Gobierno.
No es la primera vez que un partido español se niega a reunirse con el Rey, pero sí es la primera vez que lo hace una formación política imprescindible para la formación de Gobierno.
La ronda de consultas finalizará esta misma tarde con la reunión de Pedro Sánchez con Felipe VI y concluirá, como es previsible, con la propuesta del Rey a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet. A partir de ese momento, la presidenta dispondrá de un tiempo ilimitado para convocar la sesión de investidura. Dicho de otra manera: si Pedro Sánchez y Meritxell Batet lo desean, la investidura podría demorarse meses.
El artículo 99.1
A pesar de la negativa de ERC y el resto de partidos nacionalistas a reunirse con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, nada impide que el monarca proponga como candidato a Pedro Sánchez. Y eso porque la obligación del Rey no es sumar escaños, sino proponer al candidato con mayores posibilidades de resultar elegido. Y ese, a día de hoy, sigue siendo Sánchez. Con o sin la confirmación oficial del sentido del voto de ERC.
Sin embargo, y como ha ocurrido también con la polémica provocada por las promesas dudosamente legales de la Constitución realizadas por los partidos nacionalistas y populistas en el Congreso el pasado martes, ya se ha alzado alguna que otra voz para denunciar la decisión de ERC, Bildu, la CUP y BNG de no reunirse con el Rey. La tesis es sencilla: esa reunión no es opcional, sino una obligación impuesta por el artículo 99.1 de la Constitución española.
Una de esas voces es la de Ruiz Robledo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, que ha hecho énfasis en ese artículo 99.1 de la Carta Magna: "Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".
De la literalidad del artículo, en efecto, parece desprenderse la idea de que esas reuniones no son opcionales, sino un imperativo legal. Un imperativo legal, sin embargo, sin sanción asociada a su incumplimiento. "Es obvio que no se van a llevar a nadie esposado a ver al Rey. Pero lo que no puede hacer un partido con representación en el Congreso es saltarse las normas", explica Ruiz Robledo a EL ESPAÑOL.
Cortesías y obligaciones
"Saltarse esas reglas tiene un coste", añade el catedrático. "Esto no es el cumpleaños del Rey, al que vas si quieres y si no, no. No es un tema de cortesía. Lo estamos convirtiendo en una cuestión de educación, cuando es una cuestión de obligaciones constitucionales". El coste que menciona Ruiz Robledo es político. Y la responsable de cobrárselo debería ser, en su opinión, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet.
"La presidenta debería llamarle la atención a ERC para que quede claro frente a los ciudadanos que si los republicanos no se reúnen con el Rey están incumpliendo su obligación constitucional", explica el catedrático granadino. "Estamos comparando al Rey con el presidente del Gobierno. Y eso es confundir al Rey con el plano de los pactos políticos, como cuando Ciudadanos se negó a reunirse por segunda vez con Pedro Sánchez. Ciudadanos no tenía ninguna obligación de reunirse con Sánchez. ERC sí la tiene de reunirse con el Rey".
"La presidenta del Congreso está incumpliendo su obligación de hacer respetar las normas constitucionales. Es que no ha dicho absolutamente nada. 'Pues no voy' ha dicho ERC. 'Pues no vayas' ha contestado ella", finaliza Ruiz Robledo. "Los partidos nacionalistas han confundido su ideología con las instituciones. Y el Rey no es sólo el Rey, es el jefe del Estado".
¿Hay obligación de acudir a las consultas del Rey?
El catedrático Ruiz Robledo afirma que el artículo 99.1 de la Constitución obliga a los grupos parlamentarios a reunirse con el jefe del Estado.Cristian Campos
"Vámonos al absurdo", pide retóricamente Agustín Ruiz Robledo, catedrático de Derecho Constitucional. "¿Y si ningún partido se presenta a la reunión con el Rey? ¿Cómo cumple entonces el Rey su obligación constitucional? 'No, es que yo soy republicano y no voy a ver al Rey'. No, mire, usted es republicano y nadie se lo impide, pero debe reunirse con el jefe del Estado. Imaginémoslo al revés. Un partido monárquico que no colabore con las instituciones y no cumpla sus obligaciones legales con el jefe del Estado en una república constitucional".
De esta forma defiende Ruiz Robledo la "obligación constitucional" que en su opinión tienen los representantes de los grupos parlamentarios de reunirse con Felipe VI. La realidad es que, a día de hoy, y sin que haya acabado siquiera la ronda de consultas con el Rey, parece ya claro que éste deberá proponer candidato a presidente del Gobierno sin conocer la postura de cuatro partidos con representación en el Congreso de los Diputados y que se han negado a reunirse con él: ERC, Bildu, la CUP y BNG. Veintiún escaños en total de los cuales trece, los de ERC, son decisivos para la investidura del próximo presidente del Gobierno.
No es la primera vez que un partido español se niega a reunirse con el Rey, pero sí es la primera vez que lo hace una formación política imprescindible para la formación de Gobierno.
La ronda de consultas finalizará esta misma tarde con la reunión de Pedro Sánchez con Felipe VI y concluirá, como es previsible, con la propuesta del Rey a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet. A partir de ese momento, la presidenta dispondrá de un tiempo ilimitado para convocar la sesión de investidura. Dicho de otra manera: si Pedro Sánchez y Meritxell Batet lo desean, la investidura podría demorarse meses.
El artículo 99.1
A pesar de la negativa de ERC y el resto de partidos nacionalistas a reunirse con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, nada impide que el monarca proponga como candidato a Pedro Sánchez. Y eso porque la obligación del Rey no es sumar escaños, sino proponer al candidato con mayores posibilidades de resultar elegido. Y ese, a día de hoy, sigue siendo Sánchez. Con o sin la confirmación oficial del sentido del voto de ERC.
Sin embargo, y como ha ocurrido también con la polémica provocada por las promesas dudosamente legales de la Constitución realizadas por los partidos nacionalistas y populistas en el Congreso el pasado martes, ya se ha alzado alguna que otra voz para denunciar la decisión de ERC, Bildu, la CUP y BNG de no reunirse con el Rey. La tesis es sencilla: esa reunión no es opcional, sino una obligación impuesta por el artículo 99.1 de la Constitución española.
Una de esas voces es la de Ruiz Robledo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, que ha hecho énfasis en ese artículo 99.1 de la Carta Magna: "Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".
De la literalidad del artículo, en efecto, parece desprenderse la idea de que esas reuniones no son opcionales, sino un imperativo legal. Un imperativo legal, sin embargo, sin sanción asociada a su incumplimiento. "Es obvio que no se van a llevar a nadie esposado a ver al Rey. Pero lo que no puede hacer un partido con representación en el Congreso es saltarse las normas", explica Ruiz Robledo a EL ESPAÑOL.
Cortesías y obligaciones
"Saltarse esas reglas tiene un coste", añade el catedrático. "Esto no es el cumpleaños del Rey, al que vas si quieres y si no, no. No es un tema de cortesía. Lo estamos convirtiendo en una cuestión de educación, cuando es una cuestión de obligaciones constitucionales". El coste que menciona Ruiz Robledo es político. Y la responsable de cobrárselo debería ser, en su opinión, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet.
"La presidenta debería llamarle la atención a ERC para que quede claro frente a los ciudadanos que si los republicanos no se reúnen con el Rey están incumpliendo su obligación constitucional", explica el catedrático granadino. "Estamos comparando al Rey con el presidente del Gobierno. Y eso es confundir al Rey con el plano de los pactos políticos, como cuando Ciudadanos se negó a reunirse por segunda vez con Pedro Sánchez. Ciudadanos no tenía ninguna obligación de reunirse con Sánchez. ERC sí la tiene de reunirse con el Rey".
"La presidenta del Congreso está incumpliendo su obligación de hacer respetar las normas constitucionales. Es que no ha dicho absolutamente nada. 'Pues no voy' ha dicho ERC. 'Pues no vayas' ha contestado ella", finaliza Ruiz Robledo. "Los partidos nacionalistas han confundido su ideología con las instituciones. Y el Rey no es sólo el Rey, es el jefe del Estado".
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